martes, 24 de octubre de 2017

Los hijos del Martin Fierro y Consejos de MF A Sus Hijos



Los hijos del Martin Fierro: Hijo mayor, Hijo menor y Pícaro


La historia del hijo mayor del  Martin fierro es contada en el capitulo XII la Penitenciaria




Cuenta la soledad del hijo, de su pobreza que no tenía para abrigarse, para vestirse. Que por ser huérfano nadie le tenía compasión, no tenía madre padre parentela ni hermanos.
Habla que se crio sin vestimenta y muchas veces sin comida, se ganaba el sustento, trabajo en una estancia como peón.
Mataron a un vecino, un boyero, y le echaran la culpa a Él, entonces él y dos más fueron a la cárcel.
Cuenta la vida en la cárcel, que era muy mala, muy solitaria y triste, que todos los hombres sufrían metidos en ese infierno que era la cárcel, que todos los días eran iguales y que solo se escuchaban sus latidos y pensaba en su madre, en sus hermanos, en todo. Que sufrió mucho en ver las visitas de los otros presos y que a él no lo visitara nadie.


Pidió que no se olviden sus palabras, la vida de vivir encerrado, no tiene mucho para contar.


 

La historia del Hijo menor del Martin Fierro:




 XIII
Cuenta que vivió diez años con  extraños, sin tener donde vivir y obligado a sufrir , hasta que una tía lo encontró que le dio todo y no le faltaba nada, que no debía trabajar y que se pasaba holgazaneando, lo quería como un hijo y lo nombro heredero de los bienes que tenia. Cuando  falleció la tía, heredo todo, pero como era menor el Juez le saco la herencia hasta que fuera mayor. Como era menor, tuvo que estar al cuidado de un tutor.


XIV

El juez trajo a un muy renegado y muy ladrón que lo llamaban Vizcacha. Andaba rodeado de perros. Cazaba vacas y el cuero se lo vendía a un pulpero por yerba, tabaco y trago. Una vez le pego porque lastimo a un cachorro en el rancho de las vacas, la otra vez que lo reto tenía miedo que lo castigaran por nombrar a una vizcacha entonces entendió que no debía nombrarlas mas

-"Cuando el juez me lo nombro tutor me dijo que era un señor, que me iba a cuidar, me iba a enseñar a trabajar y darme la educación, pero en realidad era todo lo contrario.

Se decía que Vizcacha mato a su mujer de un palo porque le dio un mate frio. Soñaba siempre con ella y le decía que estaba enfermo, y que del mismo infierno lo llamaba a gritos.


XV

Cuando vizcacha estaba en pedo, le daba consejos, le dice que se haga amigo del juez, que nunca le lleve la contra. Le dice que no debe creer en las lágrimas de una mujer ni en la renguera del perro. Le dice que es necesario llevar armas. Y se queda dormido por la borrachera


XVI

Cuando el viejo cayó enfermo, el veía como emperraba, y no daba esperanzas de mejorarse. Le trajo una curandera pero esta dijo que no tenia cura. Pensaba en abandonarlo, pero cuando ya no pudo hablar le ato en la mano un cencerro.


XVII

Cuando lo vio muerto a vizcacha le tuvo un miedo terrible

 Llamo al alcalde y a tres o cuatro de sus vecinos. Los vecinos le pedían a Dios que le perdone todo lo que había hecho. Sus amigos comienzan a contar las maldades que hacía, como escupir asados, los maldecía y luego los escupía para que nadie coma

Esta costumbre se la quito un mulato desertor que le llamaba Barullo, quien una noche, luego de escupir el asado Vizcacha, le largo una puñalada, pero el viejo gano la puerta y se fue

Luego el alcalde comenzó a registrar la casa. Encontró chucherías que para nada servían, los que estaban ahí reconocían alguna de “sus” cosas y se la llevaban.
Cuando se fueron todos, el juez le dijo al huérfano que lo iba a mandar a sepultar a vizcacha  y que él iba a ser el heredero y el que se haría cargo de todo.

XVIII


Lo enterraron a Vizcacha, el lloro y se sentía solo, se saco el escapulario que le había  dado su madre  y se lo colgó a vizcacha, El se preguntaba por su madre, donde estaba en ese momento que él estaba sufriendo tanto, y los perros lloraban con él.


Después se entere que esa tarde vino un peón y lo enterró. Pero al otro día amaneció con una mano afuera, y según el enterrador, que se la había comido un perro. Por mucho tempo el no sabía lo que le pasaba ya que todas las noches soñaba con viejos, perros y guasca.


XIX


No volvió a los del juez porque tenía miedo que le ponga otro tutor, y él le prometió que cuidaría su propiedad y que conservaria todo hasta que el cumpla 30 años y sea mayor de edad. De esa manera se hizo hombre y así aprendió sufriendo tanto dolor.


Luego se enamoro de una viuda, y como el sufría tanto, rogaba que ese dolor desaparezca, le contaron de un adivino que curaba todos los males. Fue a ver al adivino y le dio todo lo que llevaba, le conto todas sus penas y le dijo que lo habían querido embrujar, le paso una pluma de avestruz, le dijo que la culpa era de la viuda y le receto una cura, pero esta receta no curo sus males. Le receto otra cura, aunque pareció que se curaba por momentos, cada vez que veía a la viuda volvía a sentir pasión, otra vez lo consulto y otra cura le receto. Cuando él se dio cuenta que ninguna cura funcionaba fue a ver a un cura que le dio un sermón, diciéndole que la viuda era hija de confusión y que su esposo muerto había declarado en su testamento que no podría volver a casarse y ella le prestó juramento mientras él estaba vivo, y el juez le había dicho que él era un cabeza dura y que debía echarlo del partido, y lo echaron a la frontera


 


 


Historia de Picardía:


 


XXI

Picardía nació sin conocer a su madre ni a su padre, era huérfano
como su madre se llamaba Inocencia lo llamaban Picardía. Primero lo  llevo a su lado un hombre para cuidar las ovejas, pero todo el día eran quejas y guascazos. Luego fue a Santa Fe buscando mejores fines, pero también me fue mal. Ya pensaba en volverme, cuando salieron unas tías que quisieron recogerlo. Ellas se pasaban el día rezando, y luego me obligaron a mí. El rezaba sin dificultad todo el día pero a la noche no podía. Y un día se  aburrió de esos enriedos y se fue.

XXII

Estuvo pobre, empezó a ganar plata y se tuvo que ir, paso años muy duros. Y lo entolaron en la Guardia Nacional. Empezó a trabajar con el dueño de una fonda, se armaban partidas muy buenas y en los juegos había trampas. Hacia trampas en todos los juegos, defendía su plata.

XXIII


Un Nápoles mercachifle le quiso jugar, se hacia el chiquito por sacarle ventaja, pero perdió todo y se puso a llorar y él se llevaba toda la mercancía


Seguía ganando, hasta que se presento un ñato que era Oficial de Partida, que exigió que el pagara una multa porque el juego estaba prohibido y que  iba a llevarlo al cuartel. Dos veces se encontramos y dos veces el lo insulto. Todo se enredo una mujer que le gustaba al ñato, y ahí se declaro su enemigo y quería castigarlo en algún momento.


XXIV


Se escapo con trabajo en varias ocasiones, que lo hizo quedar mal con el Juez y lo agarro en las elecciones, le decían que el Juez por ganar hacia cosas perversas. Cuando se reunió el juez con la gente vino a proclamarle al ñato y le dijo que todo andaría mal si votaban cada cual a un candidato.


No quería que el votará por la lista que había mandado el Comiqué, el le dijo que votaría a quien quisiera. El dijo que respeta al que lo respeta, en ese momento cayo la policía.


XXV


A los pocos días, hicieron citar la gente para reunir un contingente y mandar a la frontera. La mayoría eran los que no habían votado por el que la Partida quería. Llego el Comandante y comenzó a explicarles uno por uno porque los mandarían a la frontera. Luego empezaron a acumularse más personas, y aunque sus familias lloraran y pidieran compasión, era inútil. 


XXVI


Luego llego su turno y estaba asustado. El comandante le  decía que era un jugador, un vago un picaflor, y que había de ser un bandido como su padre, a pesar de que no lo conocía. Se empeñe en averiguarlo, y se entero que era el guapo sargento Cruz. El conocía su historia y juro tener enmienda. Todo consiguió olvidar, pero el nombre de Picardía no se lo podía sacar.


XXVII


Sirvió en la frontera en un cuerpo de milicia, por culpa de ñato. Pero allí trabajaba y se hacía sacrificio, y no pagaban nada ni daban ropa. El comisario cuando venía con la paga, por mala suerte esta era del contingente anterior. Cuando se cansaban de alguno de los que estaban, lo largaban sin ropa ni nada para que vuelva a su partido, sin darle ningún papel que acredite su servicio.


XXVII


En la frontera lo pasaba como todos, pero cuando lo eligieron mejor asistente, en cierto modo, supo hacerse lugar al lado del Ayudante. Este se la pasaba siempre leyendo porque quería recibirse de fraile, era delicado, pero jamás lo vio disgustado. La gente lo aborrecía y lo llamaba "La Bruja", aunque lo único que hacía era recibir las raciones de víveres y de vicios. Pero los milicios decían que él y la bruja los estaban traicionando a todos con sus raciones. Esto no era cierto, por que él y la bruja los traíamos, pero lo recibía el comandante, que sacaba cuanto quería. Luego pasaba al oficial de semana, al sargento, al cabo y por ultimo recién al soldado, y cuando llegan a este ya casi no quedaba ración. El vestuario era otro infierno; si lo daban, llegaba en invierno el de verano, y en verano el de invierno. Por estas razones parece que el gaucho tiene algún pecado que pagar.


 


 


 


CONSEJOS DE MARTIN FIERRO A SUS HIJOS


 


Un padre que da consejos,
Más que padre es un amigo.
Ansí, como tal les digo
Que vivan con precaución:
6915 Naides sabe en qué rincón
Se oculta el que es su enemigo.
Yo nunca tuve otra escuela
Que una vida desgraciada.
No estrañen si en la jugada
6920 Alguna vez me equivoco,
Pues debe saber muy poco
Aquel que no aprendió nada.


Hay hombres que de su cencia
Tienen la cabeza llena;
6925 Hay sabios de todas menas
Mas digo, sin ser muy ducho:
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas buenas.


No aprovechan los trabajos
6930 Si no han de enseñarnos nada.
El hombre, de una mirada
Todo ha de verlo al momento.
El primer conocimiento
Es conocer cuándo enfada.


6935 Su esperanza no la cifren
Nunca en corazón alguno,
En el mayor infortunio
Pongan su confianza en Dios;
De los hombres, sólo en uno;
6940 Con gran precaución, en dos.


Las faltas no tienen límites
Como tienen los terrenos;
Se encuentran en los más buenos,
Y es justo que les prevenga.
6945 Aquel que defectos tenga,
Disimule los agenos.


Al que es amigo, jamás
Lo dejen en la estacada
Pero no le pidan nada
6950 Ni lo aguarden todo de él:
Siempre el amigo más fiel
Es una conduta honrada.


Ni el miedo, ni la codicia
Es bueno que a uno lo asalten;
6955 Ansí no se sobresalten
Por los bienes que perezcan.
Al rico nunca le ofrezcan
Y al pobre jamás le falten.


Bien lo pasa hasta entre pampas
6960 El que respeta a la gente.
El hombre ha de ser prudente
Para librarse de enojos;
Cauteloso entre los flojos,
Moderao entre valientes.


6965 El trabajar es la ley
Porque es preciso alquirir.
No se espongan a sufrir
Una triste situación:
Sangra mucho el corazón
6970 Del que tiene que pedir.


Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan,
Pues la miseria, en su afán
De perseguir de mil modos,
6975 Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán.


A ningún hombre amenacen,
Porque naides se acobarda;
Poco en conocerlo tarda
6980 Quien amenaza imprudente;
Que hay un peligro presente
Y otro peligro se aguarda


Para vencer un peligro,
Salvar de cualquier abismo,
6985 Por esperencia lo afirmo:
Más que el sable y que la lanza
Suele servir la confianza
Que el hombre tiene en sí mismo.


Nace el hombre con la astucia
6990 Que ha de servirle de gula;
Sin ella sucumbiría;
Pero, sigún mi esperencia,
Se vuelve en unos prudencia
Y en los otros picardía.


6995 Aprovecha la ocasión
El hombre que es diligente;
Y tenganló bien presente,
Si al compararla no yerro:
La ocasión es como el fierro,
7000 Se ha de machacar caliente.


Muchas cosas pierde el hombre
Que a veces las vuelve a hallar;
Pero les debo enseñar,
Y es bueno que lo recuerden:
7005 Si la vergüenza se pierde,
Jamás se vuelve a encontrar.


Los hermanos sean unidos,
Porque ésa es la ley primera;
Tengan unión verdadera
7010 En cualquier tiempo que sea,
Porque si entre ellos pelean
Los devoran los de ajuera.


Respeten a los ancianos,
El burlarlos no es hazaña;
7015 Si andan entre gente estraña
Deben ser muy precabidos,
Pues por igual es tenido
Quien con malos se acompaña.


La cigüeña, cuando es vieja,
7020 Pierde la vista, y procuran
Cuidarla en su edá madura
Todas sus hijas pequeñas.
Apriendande las cigüeñas
Este ejemplo de ternura.


7025 Si les hacen una ofensa,
Aunque la echen en olvido,
Vivan siempre prevenidos,
Pues ciertamente sucede
Que hablará muy mal de ustedes
7030 Aquel que los ha ofendido.


El que obedeciendo vive
Nunca tiene suerte blanda;
Mas con su soberbia agranda
El rigor en que padece.
7035 Obedezca el que obedece
Y será bueno el que manda.


Procuren de no perder
Ni el tiempo ni la vergüenza;
Como todo hombre que piensa
7040 Procedan siempre con juicio,
Y sepan que ningún vicio
Acaba donde comienza.


Ave de pico encorvado,
Le tiene al robo afición;
7045 Pero el hombre de razón
No roba jamás un cobre,
Pues no es vergüenza ser pobre
Y es vergüenza ser ladrón.


El hombre no mate al hombre
7050 Ni pelee por fantasía .
Tiene en la desgracia mía
Un espejo en que mirarse.
Saber el hombre guardarse
Es la gran sabiduría.


7055 La sangre que se redama
No se olvida hasta la muerte.
La impresión es de tal suerte,
Que a mi pesar, no lo niego,
Cai como gotas de fuego
7060 En la alma del que la vierte.


Es siempre, en toda ocasión
El trago el pior enenúgo.
Con cariño se los digo,
Recuerdenló con cuidado:
7065 Aquel que ofiende embriagado
Merece doble castigo.


Si se arma algún revolutis
Siempre han de ser los primeros;
No se muestren altaneros
7070 Aunque la razón les sobre;
En la barba de los pobres
Aprienden pa ser barberos


Si entregan su corazón
A alguna muger querida,
7075 No le hagan una partida
Que la ofienda a la muger:
Siempre los ha de perder
Una muger ofendida.


Procuren, si son cantores,
7080 El cantar con sentimiento,
No tiemplen el estrumento
Por sólo el gusto de hablar,
Y acostúmbrense a cantar
En cosas de jundamento.


7085 Y les doy estos consejos
Que me ha costado alquirirlos,
Porque deseo dirijirlos;
Pero no alcanza mi cencia
Hasta darles la prudencia
7090 Que precisan pa seguirlos.


Estas cosas y otras muchas
Medité en mil soledades;
Sepan que no hay falsedades
Ni error en estos consejos:
7095 Es de la boca del viejo
De ande salen las verdades.



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